...
La personita que me hace sonreír con sólo decir mi diminutivo es la misma que me alegra las mañanas con el ruido que hace cuando camina por los pasillos. Es esa persona que huele tan bien cuando pasa a tu lado que te dan ganas de colgarte de su cuello y estar así todo el día (y no huele a colonia). Esa que me pide las cosas tan delicadamente a pesar de su voz gravísima. Esa que hace que me ponga colorada cuando coge su silla y se sienta a mi lado o cuando me dice que le gustan mis calcetines de rayas o mi cinturón con manchitas de vaca. Esa persona que me hace no saber que contestar cuando me está contando algo y yo simplemente le río las gracias porque me muero de la vergüenza.
Me cabrea pensar que vaya a ser una de esas personas a las que voy a volver a ver más bien poco.
Me cabrea que mis mañanas vayan a dejar de oler así, y ya no verle en color rojo. Dejar de oírle hablar sobre música y alcohol. O comer. O reirse. Y que ya no me haga cosquillas ni me tenga que pedir que le riña porque yo no me atrevo a hacerlo.
Y me cabrea aún más todo esto porque no sé si quería que fuese así y porque esa persona que me hace sonreír con sólo decir mi diminutivo es la misma que va a traer más dolores de cabeza a mi vida. Y no me hacían falta.
Me cabrea pensar que vaya a ser una de esas personas a las que voy a volver a ver más bien poco.
Me cabrea que mis mañanas vayan a dejar de oler así, y ya no verle en color rojo. Dejar de oírle hablar sobre música y alcohol. O comer. O reirse. Y que ya no me haga cosquillas ni me tenga que pedir que le riña porque yo no me atrevo a hacerlo.
Y me cabrea aún más todo esto porque no sé si quería que fuese así y porque esa persona que me hace sonreír con sólo decir mi diminutivo es la misma que va a traer más dolores de cabeza a mi vida. Y no me hacían falta.
2 comentarios
Carak -
Ursula -
saluditos